Entre los muros de dos vastas edificaciones, se oculta una pequeña estructura de madera desgastada, marcada por una puerta diminuta y sumida en una profunda oscuridad. En su interior, una mujer ciega vive sola y aislada, intentando cortar verduras. Con meticuloso cuidado, sostiene un cuchillo mientras toca y palpa cada una de ellas.

De repente, una figura se acerca a ella, invitándola a realizarse un pequeño examen. Sin perder tiempo, un médico bajito se aproxima y la guía hacia una pequeña silla en el pasillo. Su compañera sostiene un celular que muestra una letra E, emitiendo un sonido para que la mujer indique si puede verla.

El escenario es evidente: no alcanza a ver ni a tres metros, ni a un metro. En menos de quince segundos, se encuentran cara a cara con ella, observando las causas de su ceguera. Con un dispositivo que alumbra sus ojos, disciernen dos esferas de color plata, un indicativo indudable de una catarata.

La catarata, causa de su ceguera, es una afección que podemos tratar de manera segura y a un costo relativamente bajo; sin embargo, más de 38 millones de personas en el mundo permanecen ciegas por esta misma causa. Encontrarla marca el primer paso de un protocolo de investigación diseñado para descubrir precisamente lo que ahora presenciamos: localizar a las personas invisibles, aquellas sumidas en la vulnerabilidad extrema.

Como "Ña María", existen posiblemente 20.000 personas en todo Paraguay ciegas por catarata y en su mayoría viven en situaciones de extrema vulnerabilidad, posiblemente solas, aisladas, solo recordadas por su comunidad y atendidas por este.

Nuestro objetivo del estudio  es abarcar cada rincón de Paraguay para determinar la prevalencia de la ceguera, identificar sus causas, las barreras existentes y evaluar la calidad de los servicios de atención visual. Todo esto con el propósito de elaborar una estrategia nacional contra la ceguera para los próximos años. Un país que reduzca de manera consistente la ceguera evitable y tratable, y que garantice plenamente los derechos de las personas con discapacidad visual, no solo crea sociedades más justas, sino que también mejora sus perspectivas de futuro.

Aunque este estudio determina la situación de miles de personas, no olvida que cada una de ellas tiene una historia, una familia, una comunidad. Su apropiada atención nos permite construir mejores condiciones de vida, sociedades más justas y equitativas.

El estudio RAAB en esta ocasión buscará localizar a más de 9,000 personas en los 13 departamentos del Paraguay, en alrededor de 210 sitios que denominamos conglomerados. 

Además de determinar las causas de la ceguera, podemos analizar en profundidad la capacidad de los servicios de catarata, profundizar en la retinopatía diabética y examinar la discapacidad relacionada con la salud ocular y la diabetes. También es crucial considerar las barreras económicas que enfrentan, especialmente en una sociedad como la paraguaya, donde la ceguera por causas tratables y evitables es una realidad. Un impacto considerable en sus comunidades puede transformar de forma sostenible el escenario de estas poblaciones.

Este estudio se calcula que finaliza en 10 meses, al cabo de los cuales obtendremos los principales resultados, los cuales serán divulgados en diversos escenarios y publicados apropiadamente. 

Somos en total más de 30 personas vinculadas al estudio: oftalmólogos, trabajadores sociales, psicólogos, salubristas, educadores, economistas, pedagogos. Un equipo interdisciplinar con el objetivo de desentrañar estos misterios sobre la ceguera y construir de paso políticas públicas que permitan su adecuado acceso.